Energía Eólica:
Energía producida por el viento la cual
esta ocasionada por las diferencias térmicas en la atmósfera. La energía eólica
ha sido siempre ejercida por el hombre en forma secundaria, para la navegación
y en la utilización local como los molinos de vientos. El viento es una fuente
inagotable y no contaminante, pero es irregular y el sistema de almacenaje en
baterías ha sido desarrollado, pero necesita mayor perfección.
El viento es una manifestación indirecta de la energía del
sol, el 0.7 % de esta relación es transmitida en energía cinética de los
vientos.
La energía del viento se deriva del calentamiento
diferencial de la atmósfera por el sol, y las irregularidades de la superficie
terrestre. Aunque sólo una pequeña parte de la energía solar que llega a la
tierra se convierte en energía cinética del viento, la cantidad total es
enorme. La potencia de los sistemas conversores de energía eólica es
proporcional al cubo de la velocidad del viento, por lo que la velocidad
promedio del viento y su distribución en un sitio dado son factores muy
importantes en la economía de los sistemas. El recurso energético eólico es muy
variable tanto en el tiempo como en su localización. La variación con el tiempo
ocurre en intervalos de segundos y minutos (rachas), horas (ciclos diarios), y
meses (variaciones estacionales).
Podemos afirmar que la Argentina cuenta en la Patagonia, a
este respecto, con un verdadero paraíso de vientos. También se presentan
favorables escenarios para el aprovechamiento eólico en la costa pampeana, la
cordillera central y norte y otras locaciones. Los sistemas de aprovechamiento
de este tipo de energía varían entre pequeños, para generación de electricidad
y bombeo de agua y grandes para producción de energía eléctrica a gran escala.
Energía Undomotriz:
La energía undimotriz, u olamotriz, es
la energía que permite la obtención de electricidad a partir de energía
mecánica generada por el movimiento de las olas. Es uno de los tipos de
energías renovables más estudiada actualmente, y presenta enormes ventajas
frente a otras energías renovables debido a que en ella se presenta una mayor
facilidad para predecir condiciones óptimas que permitan la mayor eficiencia en
sus procesos. Es más fácil llegar a predecir condiciones óptimas de oleaje, que
condiciones óptimas en vientos para obtener energía eólica, ya que su
variabilidad es menor.
Energía Solar:
Se denomina Energía Solar,
puntualmente, a los sistemas que aprovechan la radiación solar incidente sobre
la tierra para calefacciones y/o generar energía eléctrica. Cabe destacar que
la radiación solar que llega a la tierra influye directa o indirectamente en la
producción de otras energías, como la eólica, hidráulica y biomasa.
Nuestro país (Argentina) posee
muy buenas condiciones, en la totalidad de su territorio.
Energía Hidráulica:
Es la obtenida del aprovechamiento de
la energía potencial gravitatoria del agua (la energía que se puede obtener
gracias al desplazamiento de agua desde un punto dado hasta uno de nivel
inferior). Los sistemas que abrochan este tipo de energía se los denomina micro
turbinas. Se cuenta actualmente con muchas instalaciones en funcionamiento,
aunque dada nuestra geografía, las instalaciones podrían ser muchas más.
La energía eléctrica obtenida por la
fuerza hidráulica y funciona de la siguiente manera: El caudal de agua se
controla y se puede mantener casi constante. El agua se transporta por unos
conductos o tuberías forzadas, controlados con válvulas y turbinas para adecuar
el flujo de agua con respecto a la demanda de electricidad. El agua que entra
en la turbina sale por los canales de descarga. Los generadores están situados
justo encima de las turbinas y conectados con árboles verticales. El diseño de
las turbinas depende del caudal de agua; las turbinas Francis se utilizan para
caudales grandes y saltos medios y bajos, y las turbinas Pelton para grandes
saltos y pequeños caudales.
Energía Geotérmica:
Él termino geotérmico se refiere a la
energía térmica producida en el interior de la tierra. El calor telúrico es
conducido a través del manto hacia la superficie terrestre que asciende con un
flujo promedio haciéndose difuso para las aplicaciones prácticas, dado que
existen zonas anómalas en las cuales la variación de la temperatura es mayor;
esto puede ser en las zonas volcánicas, o en contacto entre placas corticales.
Los sistemas conectivos de agua subterránea captan dicho calor, alcanzando la
superficie a través de rocas porosas o fallas geológicas.
Su aplicación práctica
principal es la localización de yacimientos naturales de agua caliente, fuente
de la energía geotérmica, para su uso en generación de energía eléctrica, en
calefacción o en procesos de secado industrial. El calor se produce entre la
corteza y el manto superior de la Tierra, sobre todo por desintegración de
elementos radiactivos. Esta energía geotérmica se transfiere a la superficie
por difusión, por movimientos de convección en el magma (roca fundida) y por
circulación de agua en las profundidades.
Sus manifestaciones hidrotérmicas
superficiales son, entre otras, los manantiales calientes, los géiseres y las
fumarolas. Los primeros han sido usados desde la antigüedad con propósitos
terapéuticos y recreativos.
Los colonos escandinavos en
Islandia llevaban agua desde las fuentes calientes cercanas hasta sus viviendas
a través de conductos de madera.
Energía Biomasa:
La energía a través de la biomasa es
básicamente utilizar la materia orgánica como fuente energética. Esta materia
orgánica, es heterogénea. Pueden ser desde deshechos de agricultura (huesos de
aceituna, cáscaras de frutos secos, restos de poda de vid…) a restos de madera,
como pellets o serrín.
Se trata de un
tipo de producción de energía más barata, renovable y con menos emisiones por
su forma de combustión. Además, ayuda a mantener limpios los bosques por lo que
ayuda en la prevención de incendios.